Deportes Iquique, tras ascender a la Primera División, enfrenta el desafío de la transición bajo la dirección de Miguel Ramírez, con estrategias agresivas y refuerzos clave.
Después de tres años en la Primera B, Deportes Iquique se encuentra en medio de la complicada transición hacia la Primera A. El ascenso, logrado al vencer a Santiago Wanderers en la Liguilla de Ascenso, simboliza el regreso a la élite del fútbol chileno. El entrenador Miguel Ramírez, plenamente consciente de la complejidad de este cambio de categoría, adopta una postura cauta al hablar de las metas para el 2024, enfatizando la necesidad de construir un equipo altamente competitivo.
El equipo se ha fortalecido con la adición de talentos como el centrocampista uruguayo Agustín Nadruz, el portero argentino Agustín Sappa y el extremo chileno Rubén Farfán. En una entrevista con la Estrella de Iquique, Ramírez comparte la estrategia del equipo, resaltando un enfoque agresivo, con presión constante y juego en el campo contrario.
La fase de pretemporada ya ha comenzado, y el equipo del norte se está preparando con partidos amistosos en Iquique y una gira a Santiago para enfrentar a equipos de la Primera División. La dirección del club está activamente en búsqueda de más incorporaciones para reforzar al equipo en las semanas previas al inicio del torneo, subrayando la dinámica y la intensidad en la construcción de los Dragones Celestes en este período de preparación.