No es un secreto que el balonpié nacional tiene una gran deuda a nivel de competencias internacionales, sin ir más lejos, en la última edición de la copa libertadores ningún equipo chileno pasó la fase de grupos, en los últimos 5 años sólo Colo Colo la pasó llegando con un rendimiento cuestionable a cuartos de final y en los últimos 10 años sólo 7 equipos han pasado la fase de grupo siendo la Universidad de Chile el equipo que más lejos avanzó con 2 semifinales, una el 2010 y otra el 2012. Por lógica uno pensaría que, en la Copa Sudamericana, al ser un torneo de menor envergadura, las cosas irían mejor, pero, a pesar de la magnífica participación de la Universidad de Chile en el torneo 2011 en el cual se coronó campeón del torneo, no es mucho más lo que se puede rescatar. En los últimos 10 años de copa sudamericana tenemos 1 campeón, 1 semifinal y 2 cuartos de final. El resto de los equipos han caído en Octavos de final para abajo. Ósea de 44 cupos para Chile en los últimos 10 años, sólo 4 equipos han podido pasar los octavos de final de la competición. Por lo que uno se pregunta ¿qué pasa con las competiciones internacionales?, ¿cómo es posible que equipos que han dominado el torneo nacional como la UC en el último campeonato, no puedan pasar la segunda fase de un torneo internacional?, ¿que se está haciendo mal?
Hace 20 años llegaron las sociedades anónimas al fútbol chileno, con la promesa de resurgir económicamente a los equipos lo que conllevaría a mejores participaciones en torneos. Si bien, económicamente las cosas no se venían haciendo bien, hoy en día la solución no ha dado más que problemas deportivamente hablando. Las cabezas de los equipos, directorios formados principalmente por el que pueda poner más dinero sobre la mesa, al parecer están conformes con su gestión tanto dentro como fuera de la cancha. Si bien ya no existen tantos números rojos en los balances financieros anuales de los equipos, éstos se han trasladado al balance deportivo (lo que debería importar más en un equipo deportivo). Ya no existen las contrataciones bombásticas que en años anteriores llenaban de esperanza el corazón de los hinchas y año a año la gente va perdiendo interés en nuestro torneo que, comparado con los torneos aledaños, se le ve cansino, sin energía y cada vez con menos gente en las tribunas lo que le quita emoción a los encuentros. Al parecer, los dineros que otorga el CDF, son más que suficiente para los equipos chilenos, donde sólo el dinero importa y los premios que te puede otorgar una participación importante en torneos internacionales quedan de lado, a pesar de ser suculentos, no son necesarios para que el equipo pueda sobrevivir el día a día. Aparentemente, los dineros obtenidos por los equipos locales por concepto de entrada son despreciables comparados con el de los abonados al CDF, a ésto sumados los gastos que implica un partido de alta convocatoria, no estimula el bolsillo de los dirigentes por lo que tampoco se le inyecta esfuerzo para revertir la tendencia. Al final, el problema termina siendo el conformismo, si un equipo domina la escena local, el resto es sólo ganancia. Pocos equipos han tomado con seriedad el trabajo de las inferiores, por lo que los semilleros de talentos se han desvanecido y sin nueva sangre ¿cómo esperamos subir el nivel de nuestro torneo y equipos para volver a protagonizar torneos internacionales como en los 90′ que cada dos o tres años teníamos por lo menos un semifinalista?