Segunda División Profesional: Clubes amenazan con abandonar la ANFP ante grave crisis

La crisis que atraviesa San Antonio Unido encendió las alarmas en todo el fútbol chileno. A raíz de la complicada situación económica del club porteño —que incluso motivó una colecta pública para solventar gastos básicos— los 13 equipos que integran la Segunda División Profesional alzaron la voz en una carta conjunta que remeció a la ANFP y al SIFUP.

En el escrito, los clubes detallan la crítica realidad de la categoría, marcada por la falta de apoyo económico, el escaso calendario competitivo y las exigencias legales y deportivas que enfrentan sin los recursos necesarios. Según plantean, muchos equipos tienen dificultades incluso para cubrir sus costos operativos mínimos, como sueldos y viajes, situación que ha llegado a un punto “insostenible”.

“No recibimos ningún respaldo de la ANFP. Nuestra categoría es ignorada y abandonada, pese a ser parte integral del fútbol profesional chileno”, señalan en el comunicado, donde también cuestionan las presiones del Sindicato de Futbolistas Profesionales (SIFUP), al que acusan de no colaborar y, por el contrario, de ahogar aún más a instituciones que apenas logran mantenerse en pie.

Los firmantes —con excepción de Santiago City, que no adhirió a la declaración— acusan que deben enfrentar demandas por derechos de formación de jugadores a los que, en muchos casos, han dado una segunda oportunidad en el profesionalismo. Además, denuncian la absurda programación del torneo, con escasas fechas y largos períodos sin actividad, lo que afecta gravemente su estabilidad financiera y deportiva.

Ante este panorama, los clubes exigen la creación de una mesa de trabajo con la ANFP, el SIFUP y el Consejo de Presidentes, con el fin de reformular completamente el modelo de financiamiento y gobernanza de la categoría.

Pero también lanzan una advertencia directa: si no se escuchan sus demandas, podrían abandonar la ANFP y buscar un nuevo camino bajo el amparo de la Federación de Fútbol de Chile, retornando a una estructura “más cercana a los orígenes históricos del fútbol chileno”.

La crisis en la tercera categoría está lejos de ser solo un problema económico: amenaza con reconfigurar por completo el mapa institucional del balompié nacional.